Arquitectura Griega
Es una arquitectura que va a ir evolucionando a lo
largo del tiempo, pero sus características se van a definir desde un momento
muy temprano. De la arquitectura griega civil han quedado muy pocos restos, por
lo que predomina la arquitectura religiosa que se conoce principalmente por
Vitrubio.
Los
templos griegos constituían los edificios más importantes de su cultura. Eran
la morada de sus dioses y la tarea de la arquitectura era hacerlos bellos. Los
griegos consideraban la belleza como el tributo a los Dioses y su búsqueda como
un ejercicio religioso. Estaban convencidos de que los secretos de la belleza
residían en las relaciones o proporciones y trataban constantemente de mejorar
los materiales con los que hacían los templos. Cuando su experiencia fue mayor,
parece que tomaron decisiones de que iba bien con qué y el resultado fue la
clasificación de los órdenes (Dórico, Jónico y Corintio).
De
esta forma los templos se convirtieron en los principales ornamentos de las
ciudades. Progresivamente siguió la segunda conquista de la Arquitectura
Griega: su concepción de las propias ciudades como obra de arte y con ella la
traslación de las formas y detalles, originalmente reservadas a los templos, a
un amplio conjunto de edificios secundarios.
Materiales
Los materiales frecuentemente
empleados en la arquitectura griega fueron la madera, para soportes y techos;
ladrillo sin cocer para las paredes, especialmente de casas; la piedra
caliza y el mármol, para columnas, muros y porciones elevadas de los
templos y edificios públicos; la terracota, para ornamentos; y metales,
especialmente el bronce, para detalles decorativos. Los arquitectos de la
época arcaica y clásica usaron estos materiales constructivos para edificios:
religiosos, cívicos, domésticos, funerarios y recreativos. El adobe se
reservaba para las construcciones más pobres y sin importancia.
En cuanto a las tejas, ha de
recordarse que los restos más antiguos de la Grecia arcaica están
documentadas en un área muy limitada en torno a Corinto (Grecia),
donde las tejas fueron sustituyendo a los techos de paja en los dos templos,
de Apolo y de Poseidón entre los años 700 y
650 a. C. Se expandió rápidamente, durante los cincuenta años
siguientes, usándose en un elevado número de lugares alrededor
del Mediterráneo oriental, incluyendo la Grecia continental, el
oeste de Asia Menor, y el sur y el centro de Italia. Las primeras
tejas tuvieron forma de S, y eran bastante abultadas, con un peso de unos 30
kilos cada una. Resultaban más caras y costosas de producir que un tejado
de paja, por lo que su introducción se explica por la resistencia al fuego, que
daba la necesaria protección a los costosos templos.
La expansión de la cubierta de
teja debe verse en relación con el simultáneo auge de la arquitectura
monumental en la Grecia Arcaica. Sólo los muros de piedra que estaban
apareciendo por entonces, reemplazando a las precedentes paredes de barro y
madera, eran suficientemente fuertes para soportar el peso de una techumbre de
tejas.
Finalmente, no puede olvidarse
que el aspecto general de los edificios era distinto al que se ve actualmente,
ya que se pintaban con colores brillantes, de rojo, de azul, de tal manera que
llamaban la atención no sólo por su estructura, sino también por
su policromía.
La mayor parte del
conocimiento actual de la arquitectura griega proviene del período arcaico
tardío (550-500 a. C.), la época
de Pericles (450-430 a. C.),
y el periodo puramente clásico (430-400 a. C.). Los ejemplos griegos
son considerados junto a los períodos helenístico y romano (puesto que la arquitectura romana es una interpretación de la griega), y
fuentes escritas tardías tales como Vitrubio (siglo I). Como resultado, queda una
fuerte tendencia hacia los templos,
los únicos edificios que sobreviven en un número significativo.
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