La vivienda en la arquitectura prehistórica:
• Cavernas o grutas: artificiales o naturales, pero modificadas por el hombre para su propio uso.
• Chozas o cabañas: formadas por ramas entramadas.
• Palafitos: son construcciones lacustres de madera, elevadas sobre pilotes, clavados al fondo de lagos o zonas pantanosas. Los palafitos más notables que se encontraron, están en los lagos de Ginebra, Suiza, y cubren 150.000m2 y contienen la mayor agrupación de palafitos. Estas construcciones provienen del neolítico y se cree que su motivación era la defensa contra los animales salvajes.
• Cranoges: son típicos de Irlanda, son construcciones lacustres en forma de islotes aislantes, que no permiten el paso del agua.
• Terramares: chozas de madera y arcillas ubicados en lugares pantanosos, encontrados en Italia. Se asocian a estas construcciones, los “paraderos” o “kiokenmdingos” (en danés significa restos de hogar), son montículos conformados por depósitos de conchas, cenizas, carbón, huesos, piedras y restos de cerámica, que pueden encontrarse en Dinamarca y en otras regiones.
Entre los materiales empleados para la construcción de viviendas
en la arquitectura prehistórica están: Huesos de animales para los
pisos y muros. Pieles de animales y ramas, para las techumbres.
Los enterramientos en la arquitectura
prehistórica:
Los dólmenes constituían auténticos panteones funerarios, se
trata de enormes piedras que constituían el exterior de las tumbas, con una o
varias cámaras, redondas, cuadradas o poligonales, que comunican con el
exterior, a través de un corredor, que puede estar también adintelado. El
conjunto está protegido por un túmulo de piedra, que puede contener corazas de
piedra. Junto a los dólmenes podemos encontrar también pequeñas tumbas
individuales. Además se han encontrado cistas, que son cajas de piedra y
túmulos.
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